Una Navidad con sol radiante, manga corta, bebiendo una piña colada en la piscina del hotel o sorteando la ola turquesa… Suena bien, ¿verdad? Pero no es a lo que la mayoría de los europeos estamos acostumbrados. La Navidad nos trae frío, chimenea, bufanda y en muchos lugares, nieve.
Cuatro a bordo ha vivido ya la Navidad en México, Guatemala y Nicaragua, y la verdad es que es una experiencia para no olvidar. De esas que te producen sensaciones contrapuestas, el tan ido y venido «mix feelings» . Por un lado te oxigena y carga de energía para afrontar el duro invierno, porque ese calor en el ecuador del frío se recibe con los brazos abiertos. Pero por otro, muchas veces no tienes la sensación de estar realmente en esa época tan entrañable del año pese a los gigantescos árboles con luces que jalonan todas las plazas y rotondas y demás motivos por doquier, típicos de estas fechas.
En Managua, ciudad horizontal donde las haya, el verde se viste de color. Y tanto los lugares públicos como los jardines de las casas lucen gigantescas figuras y mucha luz: desde santas a belenes pasando por renos y hasta trineos en la una nieve inexistente…
En Antigua, que fue donde vivimos nuestra navidad guatemalteca, el clima ya no jugaba tanto a nuestro favor y de hecho recuerdo que tuvimos que comprar alguna que otra prenda de abrigo porque nos pilló desprevenidos la temperatura tan baja… El claustro del hotel Santo Domingo, de ensueño.
Y finalmente México, playa del Carmen, el paraíso desde la hamaca, la Navidad dulce navidad de arena blanca.
Unas navidades diferentes como en tantos lugares en los que diciembre sabe a verano que vale la pena vivir alguna vez en nuestra vida, sobre todo si las disfrutamos en familia, que es como de verdad se sienten. Porque la Navidad la llevamos con nosotros
Felices Fiestas y los mejores deseos.
Es una buena idea disfrutar de unas navidades diferentes, aunque si no voy con mi familia más cercana no creo que tenga sensación de navidad.
Eso es cierto,Navidad es una fecha muy familiar. No hace falta estar rodeado de toda la familia, como se acostumbra, porque viajando no es posible, pero sí con alguien muy cercano 😉