“Esto es lo que yo quería: cielo y mar”, me dijo mi madre nada más embarcarnos en el crucero por el Mediterráneo. Era el primero que hacía ella y el cuarto que emprendía yo, y cada uno con una circunstancia e itinerario diferente, y por lo mismo siempre especial. Porque estos “días de cielo y mar”, deseo que me sirvió para bautizar la escapada en familia, han sido inolvidable para todos.
Quienes me seguís y conocéis sabéis que me encantan los cruceros. Con todo lo bueno y no tan bueno que supone cada opción que elegimos a la hora de viajar. Saber que vamos a ver los destinos de puntillas me sirve para tomar nota del que quiero conocer en profundidad y ponerlo en lista; que va haber mucha gente, buscar los lugares del barco donde dentro del bullicio encuentre mi espacio y mi momento de disfrutarlo en familia o en soledad; relativizar la conexión a internet, intermitente, para bendecir que en alta mar voy a poder desconectar de verdad, y así una larga lista propia de una optimista sin remedio como espero seguir siendo siempre.
Lo de no hacer y deshacer maletas, dormir y despertarte en una ciudad nueva o despreocuparte totalmente de tener que decidir (algo que nos pasamos el año haciendo y que aquí se reduce a seguir de las decenas posibles la opción que te pide el cuerpo), son sin duda algunas de las bonanzas de esta forma de viajar.
SEIS A BORDO
Pero lo mejor de lo mejor de lo mejor de este crucero ha sido sentir que de verdad han sido unos días de cielo y mar en Familia con toda la extensión de la palabra. Porque a los #cuatroabordo se sumaron en esta ocasión las dos madres, las abuelas de mis hijas para disfrutar de una semana juntos sin responsabilidades, sin pensar, solo sentir. Una semana de #seisabordo para descubrir, compartir y atesorar cada momento.
“No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, ni para el año que viene lo que puedas regalarte este” fue clave para decidirnos a embarcar este verano casi de repente, incluso de forma un tanto improvisada. Por desgracia los abuelos ya no están aquí y cuando la bofetada de la ausencia te golpea, sabes mejor que nunca que hay que exprimir los momentos juntos y a ser posible no dilatarlos con en el famoso “algún día iremos o haremos”.
Confieso que para nosotros el Mediterráneo estaba bastante trillado con cuarenta países en la maleta, pero, aun así, disfrutamos de algún rincón nuevo y remiramos con otros ojos el que ya conocíamos. Y, sobre todo, por fin, descansamos de verdad sin la adrenalina de país nuevo a la vista. Por no hablar de la comodidad de ir en coche al puerto ya que salimos desde Valencia, nuestro centro de operaciones en verano ahora que vivimos en Madrid. Pero para ellas, para las dos abuelas felices, la escapada superó todas las expectativas, y es un recuerdo que llevarán por siempre. Porque si nos paramos a pensar, es siempre lo más intangible lo que nos acompaña cuando cerramos los ojos para regresar. Todos y tantos momentos de cielo y mar.
Feliz próximo viaje y feliz regreso a la indispensable rutina, trabajo y cole. Porque si no existiera no sería especial huir de ella como solemos hacer cuando nos vamos de vacaciones o de puente, ¿verdad?
Marina IZQUIERDO
Yo soy de las que siempre he sido reacia a los cruceros y nunca me he animado a realizar uno, pero últimamente empezando a cambiar de opinión. Hablo con amigos y todoooosssss me cuentan maravillas e inciden en todas las ventajas que ofrecen. Me parece que el próximo verano me voy a lanzar a surcar los mares …Ya os contaré mi experiencia 😉
NO lo dudes, seguro que no te arrepientes. Lo importante es saber lo que quieres, ser flexible y dejar llevar. Ya nos contarás 😉
Una experiencia maravillosa, y más cuando se comparte con la familia.
La experiencia de por sí ya es interesante pero es cierto que compartirla con más quieres es un plus. Un abrazo viajero
Que recuerdos tan bonitos me vienen a mi cabeza cuando leo tu texto. Hice un crucero y me gustó mucho, esa sensacion de amenecer cada día en un puerto, una ciudad distinta, me gusto. Me encanta viajar en familia, con amigos, amigas, en pareja….. en fin, muy recomendable hacer un crucero, si te gusta viajar, pruébalo!!!! Y no lo demores👍
Un beso, Marina.
Gracias Inma, me alegro que te haya traído buenos recuerdos. Viajes con quien viajes vale la pena y se vive de diferente. Tenemos que planear uno de amigas 😉 Un beso
Me encantan los cruceros y creo que es una forma muy cómoda de viajar y conocer lugares. Pero lo de irme con la madre y la suegra, no sé, no sé…🤔🤔
Jajajaja, lo bueno es que se llevan fenomenal, y viendo toda la tribu que íbamos, y tras bajar todos juntos a ver las ciudades, las tardes se iban las dos mano a mano al teatro y al piano bar. Mientras mi marido y mi hija mayor al gym y la peque y yo al jacuzzi. Y luego de nuevo todos juntos para cenar. Hay tiempo para todo y con todos 😉
Me has convencido. Creo que es una forma muy cómoda de viajar y con entretenimiento para toda la familia, lo cual es importante a la hora de plantear viajes con niños.
Gracias por la idea!!
Seguro que lo pasáis divinamente todos juntos. Cómodo y entretenido es un rato. Y además las niñas y los niños de menos de 12 en muchos solo pagan las tasas, hay que aprovechar que todavía son pekes 😉 Un abrazo viajero
La verdad es que todo el mundo habla maravillas de los cruceros. Siempre he preferido otro tipo de viajes, pero tendré que plantearme un crucerito para poder opinar. Voy a ver si convenzo a mis amigas para el año que viene….
Me parece una día estupenda lo de convencer a las amigas… Es el próximo que tenía en mente 😉 Un beso