El año pasado lo logramos: una Nochevieja en la que tod@s disfrutamos. Frente al mar, con la silueta del peñón de Ifach inaugurando el nuevo año, con la cabeza repleta de nuevos propósitos y la sonrisa puesta al sol del ecuador del fin y del inicio de etapa.
Calpe con niños. Tres días y dos noches, más que suficientes para cargar pilas y vivir el momento, que fue lo que hicimos. La Nochevieja, divertida: cena, uvas, baile y muchas risas. El primer día del año, paseíto por la playa hasta llegar al puerto, donde degustamos un arrocito buenísimo. Increíble la cantidad de extranjeros que pueblan la zona; basta ver los letreros de los cafés y pubs como para preguntarse aquello de “Do you speak Spanish?”
Pero aún nos quedaba otro día y en esa ocasión decidimos callejear por el casco antiguo de Calpe, municipio alicantino plenamente volcado en el turismo familiar.
Y entre salida y salida, chapuzón en la piscina climatizada en el hotel “child friendly” (¿por qué a los niños les gustará tanto el agua???), o tarde de actividades en el club infantil y juvenil mientras los amigos, cerquita, hablábamos de nuestras cosas compartiendo un buen café. Unas minivacaciones en definitiva de las que disfrutamos todos, los niños, los adultos, en grupo y a nivel individual. Eso sí que es empezar con buen pie el año…
¡Ah! Y además con premio. La gala de Nochevieja contaba con un sorteo en el que participabas con el número que te habían asignado en el ticket. Mi hija Gabriela depositó los cuatro nuestros (se lo dimos a ella porque es un poco talismán con las cosas del azar) y…¡bingo! Nos tocó el premio estrella entre los cientos de personas allí congregados: un fin de semana a para dos personas en el hotel a elegir entre todo el año…
Me parece un plan estupendo para estas fiestas. No sé porqué, pero todavía somos muchos y muchas las que relacionamos los sitios de playa con verano y con sol.Creo que nos perdemos muchas experiencias y buenos momentos como el que nos has contado. Gracias por la idea
Nos encanta escaparnos y son muchos los lugares que acostumbramos a frecuentar en verano que en invierno tienen un sabor especial. Seguro que te encanta. Un saludo viajero