La margarita del veraneo florece en mayo. Y las hay para todos los gustos. Salvo los más previsores o los que lo tienen muy claro, son muchos quiénes estos días comienzan a deshojar la margarita del dónde y cómo. Porque conciliar las preferencias de todos los miembros de la familia no es precisamente una tarea fácil.
Se elija el destino que se elija una de las claves del éxito será la motivación previa, sobre todo de cara a los niños y niñas a bordo del viaje. Por eso es importante implicarlos desde el principio no sólo en los preparativos sino en la elección del propio lugar si es posible. El medio de transporte que decidamos y el tipo de alojamiento jugarán también un gran papel.
Si vamos a recorrer diferentes ciudades o países una buena manera de hacerles formar parte del viaje desde mucho antes de su inicio es nombrar a nuestros hijos los superguías de un destino en concreto.
La misión será la siguiente: cada uno se ocupará de uno de los lugares designados, teniendo que hacer acopio de información previa. Mapas, historia, lugares interesantes, curiosidades, alrededores, distancias… Sumergirse en el lugar antes de poner un pie en él. Superguía con todos los honores y “responsabilidades”, con la sugerencia de que prevea incluso un plan B.
Si hay más de un niño en ruta se establecerá además una especie de “competición” (cada uno con su destino) que contribuirá a que se esfuercen por perfilar detalles y ser los mejores sabuesos del lugar que tienen designado. Por no hablar del refuerzo de la autoestima: estamos en sus manos y ellos lo saben, ¡por fin son ellos los que van a enseñarnos a nosotras cosas que no sabíamos! (O que fingiremos desconocer 😉
Una lección de conocimientos y de manejarse en la vida que seguro no olvidarán jamás y que además nos servirá para sortear los posibles “me aburro” (de ellos “dependerá” en cierta medida que no se pronuncie la frasecita…) y sobre todo para implicarlos en el viaje de tal manera que lo vivan de principio a fin con intensidad. Tú Londres y yo California, pero con la lección aprendida…
Aplicado bien es el plan del plan, vamos un aperitivo de viaje excelente. Eso sí, hay que tener en cuenta que los hermanos suelen ser muy competitivos y manejarlo de forma positiva. Un saludo viajero 😉
Nada como implicarlos y hacerlos formar parte del proyecto desde el principio…así también se les hace responsables.