El otro día hablaba con una viajera que aún no se animaba a viajar con su hijo de 2 años. El principal obstáculo no era otro que el miedo a qué se pusiera enfermo. Y si bien es cierto que es una de las cosas que siempre nos preocupa a los padres (incluso cuando no viajamos) también lo es que no tiene que obsesionarnos demasiado: una vez hagamos el primer viaje con ellos comprobaremos que todo es más fácil de lo que pensábamos y que muchas veces nuestros hijos se adaptan incluso mejor que nosotros.
Hay cientos de destinos “sanitariamente” recomendables para viajar con nuestros pequeños sobre todo si no tienen un problema de salud que necesite atenciones especiales. Y si se trata de niños pequeños y primeros viajes en familia, nada mejor empezar por uno de ellos. Poco a poco…
BOTIQUÍN, PEDIATRA Y SEGURO MÉDICO
En primer lugar, viajaremos siempre con el botiquín de rigor (termómetro, antitérmico, apósitos, jarabe, antiséptico, etc)
En segundo, es fundamental tener claro los servicios médicos pediátricos del lugar al que vamos. Normalmente si nos hospedamos en un hotel, allí nos informarán de inmediato si tenemos algún percance. En España cuando el asunto pasa a mayores el 112 funciona a la maravilla.
En tercero, y si viajamos al extranjero conviene que dispongamos de un seguro de viaje si no tenemos equivalencia con el nuestro de la Seguridad Social o de una compañía privada. En Estados Unidos por ejemplo cualquier eventualidad médica sin contar con él puede ser una auténtica ruina. A través de la compañía conoceremos los lugares a los que acudir y los teléfonos a los que llamar.
MINISTERIO DE EXTERIORES
Para los más aventureros, conviene informarse primero en la web del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Cuenta con un apartado de “Recomendaciones de viaje” muy interesante así como con fichas de todos los países y la información necesaria para viajar incluida la sanitaria (vacunas recomendadas, etc) También dispondremos de las direcciones de las embajadas y consulados españoles por si tuviéramos que consultar ante una emergencia.
ABC DEL VIAJERO INFANTIL
En este sentido nunca hay que olvidar el “abc” del viajero teniendo en cuenta que es niño: protegerlos del calor y del frío, no beber agua del grifo si no tiene las suficientes garantías, llevar crema anti-mosquitos si el lugar lo requiere, no comer en puestos callejeros, si vas en coche hacer las pausas pertinentes…
En España hay una mayor tendencia que en el resto de Europa a esperar a que crezcan los niños para entonces viajar todos juntos, aunque por suerte para nuestros hijos y también para los padres y madres, el panorama está cambiando y cada vez son más las familias que se animan a viajar.
Ya sabes el lema de Niños a bordo, rubricado por nuestro nuevo CUATRO A BORDO:“No aparques el gran placer de viajar con tus hijos porque son demasiado pequeños porque cuando crezcan querrán viajar ¡pero sin nosotros!” Y es que es sin duda uno de los mejores regalos de vida que podemos hacerles y hacernos.
¡Feliz y saludable viaje en familia!
PUes yo no suelo pensar mucho en el tema enfermedades, quizás porque viajo a lugares en los que pienso que si tuviera un problema me atenderían igual o mejor que en mi ciudad. Yo aconsejo a los padres primerizos que se animen y verán sobre el terreno que todo es mucho más fácil de lo que pensaban.
Yo siempre llevo botiquín en el coche por si acaso, pero lo llevo de normal, viaje o no viaje porque a veces se pueden poner malitos en cualquier momento, simplemente en una excursión. Cuando viajamos no suelo pensar en hospitales pero también es cierto que de momento hacemos viajes a países con unas condiciones sanitarias más o menos normales. Todavía no me atrevo a ir a lugares que reguieren vacunas especiales.
Estoy completamente de acuerdo con el artículo en que no hay que aparcar los viajes para cuando sean mayores, pues cuando son pequeños los puedes llevar contigo y no ponen reparos, pero conforme crecen empiezan con impedimentos como que les da miedo el avión o que se aburren haciendo determinadas actividades. YO ESPERÉ a que tuviera 3 años para llevármelo de viaje y ahora ME ARREPIENTO de no haberlo hecho antes.
No es cuestión de obsesionarse pero sí que es cierto que más vale prevenir que curar. Unas cuantas precauciones básicas son siempre bienvenidas a la hora de viajar con niños.