La vuelta al cole, el viaje más largo

La vuelta al cole es el viaje más largo al que nos encomendamos cada año, pues dura nada menos que cerca de 200 días desplegados a lo largo de diez meses. A veces cambia el destino y otras no, aunque lo que sí seguro que cambia es el camarote-habitación-cabina en cada curso. También los compañeros de viaje. Los de siempre, los nuevos, los amigos, los «enemigos»… Y los guías, esos profesores que los acompañarán a lo largo de toda la travesía.  ¿El equipaje? De papel, digital… Y en lugar de maleta, mochila

Van andando, en coche, en autobús y hasta en moto. Pero la mayoría regresa a casa a dormir. Un viaje intermitente al que vale la pena que prestemos toda la atención que se merece pues es sin duda el que más les marca.

Y ya que estamos en ruta, y con los Niños a bordo a diario, aprovechar todos los viajes que propicia el propio viaje. Un museo. Un parque. Un bosque. Una catedral. Unas ruinas. Una obra de teatro. Un taller. Un yacimiento. Una tradición. Una fiesta. Una celebración. Una biblioteca. Una ruta… Pequeños y grandes viajes con los que retroalimentar durante los fines de semana esas pequeñas excursiones que a diario realizan sin apenas moverse del pupitre. Una oportunidad única para oler, sentir y palpar los mil y un descubrimientos en esta etapa única de la aventura del saber con salida en septiembre y retorno en junio.

Y el trayecto a diario si tienes la suerte de compartirlo con tu hijo o tu hija, mejor hacerlo con los cinco sentidos y el de la intuición. Si vas en coche, baja la música, olvídate del impertinente que no te deja incorporarte al carril, aparca la agenda laboral de tu mente por un rato…Si vas caminando, atento a las señales pero nada más que te distraiga del trayecto. Y abrid bien los oídos para escucharle y charlar sobre la aventura que tienen todavía por delante o el nuevo descubrimiento que desean compartir contigo. También sus dudas, preguntas, temores, anhelos, nervios, sueños… ¡tantas cosas! ¡Feliz vuelta al cole!

4 Respuestas a “La vuelta al cole, el viaje más largo

  1. ¡Y tan cierto! Además no crecen, ¡vuelan! Hay que disfrutar de estos pequeños momentos y además tejer puentes con la escuela y su “viaje” diario. Es la mejor forma de estar al tanto de todo y poder darnos cuenta a tiempo también de si hay algún problema que les está amargando la travesía.

  2. Desde luego que sí, hay que disfrutar de ellos cuando aún tienen ganas de compartir sus historias contigo. cuando llega la adolescencia ya no te cuentan nada o casi nada.» Cuanto menos sepan los padres mejor para ellos»; así no les damos la paliza recriminándoles y/ corrigiéndoles lo que nos parece mal.

    • Cierto, Cristina, se nos pasan los mejores años tan rápidos que no nos damos cuenta. Por eso vale la pena detenerse en medio del caos, aunque sea por un momento y disfrutar de estos días únicos. ¡Crecen tan rápido! Un abrazo

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