España tiene el latigillo de sol y playa pero en el extranjero pocos la relacionan con la nieve. Cuando les conté a algunas amigas a mi regreso de Valencia, que desde allí tenía una pista a una hora y media de distancia, la cara de sorpresa fue mayúscula. Y es que además de poder elegir playa o puerto gracias a tener el litoral más premiado con banderas azules de Europa, en invierno tenemos también nieve a un paso como aquel que dice, estés donde estés en España.
Vaya por delante que los adultos de Cuatroabordo no somos muy de nieve, pero las niñas han crecido en países muy fríos y añoran esos inviernos en los que jugaban con ella. Ese ha sido uno de los motivos por los que nada más empezar el año nos escapamos a la nieve en Javalambre, como también lo fue la escapada del año pasado a los Alpes bávaros. Cuando fuimos a Múnich el acuerdo al que llegamos (cuanto más años y más experiencia, más negociación viajera) era que un día lo reservaríamos para la nieve. Tenían ganas de tocar nieve, de hacer el ángel, de deslizarse por la memoria de tantos inviernos blancos. Y así lo hicimos. Además de Múnich ciudad, escapada de un día a los álpes bávaros, concretamente a Garmisch -Paterkinchern.
NIEVE EN ARAGÓN
Al vivir fuera, las vacaciones son con agenda, así que lo primero que hicimos fue blindar un día para cumplir la promesa con la nieve patria. Elegimos Javalambre, en la Sierra de Gúdar, en ese Aragón hospitaliario que sacia las ganas de nieve de muchos valencianos. Fue la que nos recomendaron y he de decir que acertaron de pleno. Más pequeña que Valdelinares (que también tenemos en agenda) manejable y perfecta sobre todo para principiantes.
La relación calidad precio me pareció razonable, con ofertas y menús para todos los bolsillos. Esquiar no es barato pero tampoco lo es un parque temático y las estaciones de esquí son lo más parecido a los parques temáticos de la naturaleza de invierno.
La mayor que se había estrenado en la nieve de Cerler retomó con su amiga Ana las pistas con el placer que da sentirse como ella decía “libre”, y la pequeña que hasta entonces había sido cosa de juegos y trineos en Nueva York, Belgrado y Madrid, tras una clase de una hora esquiaba que daba gusto, incluso con osadía… (los niños pequeños no ven peligro 😉
Si no quieres esquiar, las tumbonas van de lujo. Tras mis coqueteos con el deporte rey en Sierra Nevada y St. Etienne me reafirmé: soy más de agua que de nieve. Así que tomé el solete café en mano y pasé un día estupendo respirando ese aire sano de montaña nevada. En los alpes bávaros, en vez de café, desde la cabaña a pie de pista los alemanes preferían la cerveza para combatir el frío 😉
Yo soy como tú, soy más de agua que de nieve por eso me apunto a lo de la tumbona. Es cierto que sorprende tener unas pistas tan cerca de Valencia, incluso que Sierra Nevada esté a pocas horas de Madrid. Gracias por esta entrada.
Bienvenida al club de las que saboreamos la nieve a pie de tumbona 😉 En realidad han sido mis hijas las que han liderado la iniciativa, se lo ven todo hecho. Y mira qué hemos hecho kilómetros en vacaciones. Tenemos muchas pistas a mano y la mayor promoción del turismo de nieve sigue siendo una asignatura pendiente internacional pero también nacional. Gracias por compartir, Carol. Nos vemos en Fitur 😉
Siii, nos vemos en Fitur. Cómo nos encontramos? Te paso mi correo: carolaselles@gmail.com
😉
Tu si que sabes Marina!!
Jajajaja, ya sabes, como en Londres, la nieve con calma 😉 Vosotros también tenéis un montón de nieve ahora por Madrid, menuda ha caído. Un abrazo 😉
Hola,
Pues a mi familia (también cuatro) y a mí nos gusta mucho la nieve, aunque tengo en el «equipo» 2 que son más de playa que otra cosa. Pero se amoldan año a año … hemos encontrado muchas experiencias de nieve en este enlace: http://esquiaconpeques.org/
Aunque nos habéis dejado los dientes largos con la Escapa a los Alpes, este año lo vamos a planear … aunque nos salgan rosarios (os contaremos).
Saludos
Aquí sigue ganando la playa a la nieve, sobre todo porque la que pilota esta nave viajera es una servidora 😉 pero las escapadas las disfrutan mucho. Este año tocó Valdelinares aprovechando que estábamos a un horita. En cuanto a los Alpes Bávaros vale la pena hacer doblete y ver Múnich, una ciudad muy familiar https://cuatroabordo.com/tag/munich/
Gracias por el enlace de la nieve con peques, muy interesante.
Un saludo viajero 😉