Lo prometido es deuda. Y la condición de la escapada a Münich en familia era guardar un día para la nieve. Hacía tiempo que las pequeñas de Cuatroabordo no tocaban el frío más divertido y la añoranza crecía donde mayor es el arraigo: en la memoria. Ciudades blancas como Nueva York o Belgrado fueron testigos de sus primeros inviernos. y la nieve siempre viene asociada a los mejores recuerdos.
El mapa en la bandeja del tren nos ayuda a situarnos
Así que un día fue para la nieve y desde la estación central Hauptbahnof, allá que nos fuimos. La ciudad elegida no era otra que Garmisch Paterniken, la que nos habían recomendado nuestros amigos alemanes. La ciudad alpina sede de juegos de invierno y destino vacacional de nieve está casi lindando con Austria, y ya sabéis que a los viajeros las fronteras tan cerca nos ponen nerviosos por la falta de tiempo para poderlas cruzar y continuar con la aventura…
Qué divertido jugar con la nieve y tirarte en trineo
Tras algo más de una hora de viaje, llegamos a Garmisch y decidimos ir directos a la montaña y dejar la ciudad para más tarde. Optamos por alquilar unos trineos porque el plan no era de esquiar sino de coquetear con la nieve, de jugar, de tirarse, de hacer el ángel… He de confesar que yo me hubiera quedado en Münich siguiendo la ruta de museos pero tanto me insistieron que, una, que es blandita, acabó cediendo. Y me alegré de ello. Respirar el aire nevado de montaña reconforta y renueva esa sensación de libertad que se tiene en el frío abierto. Por no hablar de ver a tu trío reír al jugar con la nieve.
¡Así cualquiera no entra pronto en calor!
Para entrar en calor hicimos aquello de «allá donde fueres haz lo que vieres» y en la cabañita dimos buena cuenta de sopas, salchichas y cervezas . Y de nuevo a la nieve.
Por la tarde, paseo y a callejear no sin entrar esta vez a por un chocolate bien caliente en una de sus coquetas cafeterías. Y antes de que anocheciera de nuevo al tren para dejar la ciudad donde nació Michael Ende, el autor de las entrañables «Momo» y «La Historia interminable».
Una escapada divertida y muy recomendable, que sirvió para apaciguar las ganas de nieve pese a no haber mucha, y encendió las ganas de alargar unos días la escapada dentro de la escapada para regresar a Austria, tan cerca… A la próxima 😉
Marina IZQUIERDO
Desde Münich a Garmisch el tren nos regala unas vistas preciosas
Cuatro a bordo 
Bonito viaje, frío pero muy bonito.
Te lo recomiendo, es ideal para combinarlo con una escapada urbana Munich. Lo pasamos genial. Un saludo viajero
Estuve hace años por los Alpes Bávaros cuando en mi época de estudiante viajera el presupuesto nos llegaba para viajar veinte días por Europa con un dos caballos y la tienda de campaña.¡ Eran otros tiempos! Estuve en Insbruck, Salzburgo,etc y guardo muy gratos recuerdos de aquella zona, aunque era verano y no había nieve.
De todas formas, es un destino para volver a recordar y que lo conozca mi familia. Además, creo que hay vuelo directo low cost desde Valencia a Munich, lo cual lo hace aún más asequible; que, aunque ya no viaje con la tienda de campaña en el maletero del dos caballos, siempre nos gusta montar «escapadas bonitas y bien de precio». Este blog siempre me anima a viajar!!!!!!!!! Gracias !
Critina B.
Gracias Cristina, qué viaje más chulo en el histórico dos caballos. No somos tan jóvenes pero el precio lo seguimos mirando para así poder hacer más escapadas. Me alegro que te anime a viajar aunque por lo que veo no hace falta que te animen, eres viajera, viajera. Un abrazo