Roma en familia

Roma con niños

La escapada a Roma fue preparada con los cinco sentidos y el de las ganas por compartir la ciudad eterna en familia. Se trataba de un aniversario de pareja especial y pese a ello (o por ello) decidimos compartirlo con lo mejor que nos había pasado en todos estos años juntos: nuestras hijas (aunque en  el horizonte planea una escapada breve, aunque sea de un par de días, “Sin Niñas a bordo”

Desde España, así como desde el resto de Europa, Roma está muy bien comunicada y con vuelos para todos los gustos y bolsillos. Así que en poco tiempo te plantas allí y te sientes como en casa. Porque también es monumental, latina, ruidosa, familiar y con esa ganas de vivir y disfrutar de  la vida tan nuestras.

A las mañanas vaticanas, sucedieron las tardes romanas, y desde el primer momento, el idilio. Porque Roma te enamora. Hasta el punto que mis hijas decían que no les importaría vivir allí una temporada. Aunque no sé como llevaría yo eso de vivir en una ciudad con tanto turista por metro cuadrado, cierto que sólo sucede en las más zonas emblemáticas, ¡pero tiene tantas!

El hotel, familiar y cómodo. Junto a los museos vaticanos, con lo cual, una parte de nuestro viaje se  podía hacer  a pie. La Piazza Navona con su mercadillo y fuente monumental nos recibió con los brazos abiertos, también sus manzanas de caramelo y el tio-vivo. Mientras que en la Piazza Spagna, escalera arriba y abajo en aquel interminable ir y venir de gente, terminamos comiendo en  un restaurante justo al lado y enfrente de la embajada, que recreaba un pueblo italiano en su interior.

El coliseo con luna llena de impacto, y ahí Violeta se calzó su casco de romano y no se lo quitó hasta que se fue a la cama ; luego el Palatino y el foro, “parece que estemos en otra época, mamá”, me decía Gabriela, para desembocar en el impresionante monumento a Victor Manuel II y también al soldado desconocido. Impresiona.

Como la  noche que topamos con el Panteón y les dije, «mirad que columnas, tan imponentes que sólo rodeándolas entre los cuatro con  los brazos abiertos podíamos abarcarlas…» Nada como la práctica para comprobar la magnitud de las cosas.

TAXI, BUS, METRO, PASTA, PIZZA Y GELATO

roma-ninos-a-bordoNos insistieron con las bici-carros pero no me parecieron seguras con tanto tráfico. Aunque del resto no nos perdimos nada: taxi, autobús y metro, viendo en este último un vagón repleto de grafitis que parecía sacado de época. Aunque la mayor parte del trayecto fue caminando, y los pies, como decía mi pequeña, «¡mamá, me arden!»

En cuanto a la comida, para qué hablar. Dicen que a veces se enamora a otro por el estómago, y en eso la capital italiana lo tiene fácil con los niños: Pasta, pizza y gelato. ¡Menudo trío! Si a ello se suma la amabilidad de los romanos, se entiende el buen sabor de boca con el que te marchas, prometiendo volver. Y la Fontana de Trevi, la guinda de nuestro viaje, fue testigo de ello.  Caminar por esa calle estrecha y de repente verla allí, tan monumental y con reminiscencias cinematográficas, fue lo más impactante del viaje.  Y las moneditas al aire, el colofón del viaje para el que mis hijas se habían preparado a conciencia. Volveremos.

4 Respuestas a “Roma en familia

  1. Roma siempre vale la pena: solo, en pareja o con niños. Yo no me canso de verla y siempre descubro algo nuevo

  2. Que envidia, llevo mucho tiempo con ganas de ir a Roma y lo de ir con niño incluido me parece buena idea, me puedes decir como se llama el hotel en el que estubisteis? Gracias!

  3. Cierto Tina. Gracias por la recomendación Patri. En cuanto al hotel, Noemi, estuvimos en una habitación familiar para cuatro (algo que ya sabrás que no es fácil de encontrar) Fue en un Best Western al ladito de los museos vaticanos. Cómodo y muy agradable, te lo recomiendo

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