A las cataratas del Niágara


Cataratas Niagara Turismo Familiar CuatroabordoConducir nueve horas y seguir en el estado de Nueva York te hace una idea de la magnitud de ese gran país con volumen de continente. Tanto que al llegar, entre el cansancio y la memoria fílmica, te asomas y las famosas cataratas no te impresionan tanto como imaginabas. O al menos eso fue lo que nos sucedió en nuestra escapada a las Cataratas del Niágara. Desde arriba no impactan tanto como cuando las recorres en barco y te sientes tan vulnerable ante la inmensidad. Con esa fuerza y arrojo de la naturaleza desbordante.

La escapada a Niágara partió desde Nueva York en un puente de estos que los americanos siempre hacen coincidir en lunes, con nuestra hija mayor que entonces tenía tres años y una pareja de pacientes amigos. Y digo pacientes porque no se les ocurrió otra cosa que poner voz al Nemo que teníamos en los parasoles y la niña se pasó todo el viaje preguntándole cosas al pez…y aguardando respuesta, claro. El que tenga hijos, sabe de lo que hablo 😉

Niágara. Turismo Familiar

Del viaje recuerdo cuánto nos impactó la cantidad de turistas alrededor de las cataratas, lo divertido que era cruzar a Canadá a pie a través del puente, cenar en el restaurante giratorio de la famosa «Skylon Tower» con vistas espectaculares, montar en el teleférico que construyó en 1916 su inventor, el español Torres Quevedo, o navegar ante aquel torrente de agua.

Una escapada diferente en la que hasta tiempo tuvimos de ir a merendar una tarde a Toronto, como el que no quiere la cosa, y comprobar que de no fijarnos en las matrículas de los coches, bien podría haber sido una ciudad estadounidense de la costa este.

Toronto. Cuatroabordo

Toronto, Canadá, muy cerca de Niágara

¿Algún consejo para viajar con niños? Calma para el viaje si vas en coche y no se te ocurra ponerle la voz al muñecote del parasol porque los niños pueden repetir cien veces lo mismo sin cansarse. Por cierto,  finalmente el parasol desapareció  misteriosamente en una gasolinera donde nuestra peque nos dijo que era conveniente que paráramos porque el coche necesitaba «comer» gasolina y ella de paso, chuches… Nos saben ni nada 😉

4 Respuestas a “A las cataratas del Niágara

  1. Yo estuve hace un par de años y recuerdo que tuve esa misma primera impresión. No parecen tan impresionantes hasta que las recorres en el barco. Realmente impresionantes !!. La sensación de vulnerabilidad que se tiene es indescriptible . Un viaje totalmente recomendado para ir con niños, las cataratas lograrán captar su atención

    • Cierto Melanie, lo del barco es para no olvidarlo jamás 😉 una sensación única. Si a nosotros nos sobrecoge, no quiero ni pensar qué pasará por la cabecita de los peques. Por suerte la sensación de peligro no va con ellos y es la escapada que seguro recodará para siempre. Un saludo viajero 😉

  2. Hace bastantes años tuve, como hobby, leer y escuchar todo lo que conseguía sobre estimulación temprana. Me gustó mucho el tema. Me apasioné. Y quizá por eso esta entrada, con esa preciosa foto, y el comentario de Melanie me han evocado mi antigua afición y he pensado: «Cuánto bien se puede obrar en la mente de un bebé o niño pequeño que recorre el mundo lúdicamente, sintiendo además el amor que ponen sus padres al mostrárselo» . Quienes aún tengáis niños pequeños, haced caso a Marina Izquierdo y viajad con ellos lo que podáis. Yo ahora viajo con adolescentes y no hablan con Nemo. (Pero me han dado las gracias por nuestras escapadas y me han confirmado el gran valor que para ellas tuvieron).
    Un abrazo.

    • Muchas gracias Ana por tus palabras, es verdad que hay momentos en los que quizás nos pasemos de «atrevidos» pero luego,viendo los resultados, te dices, compensa. A ellos, a ti, a la familia al completo. HOy somos todos y cada uno de nuestros viajes. Y como dicen tus hijas, conscientes, muy afortunados de haber crecido y seguir creciendo compartiendo la aventura de viajar. Un saludo viajero 😉

Deja un comentario