Nueva York seduce desde el primer instante pero cautiva conforme te adentras en su cotidianidad. Durante los años que vivimos en la Gran Manzana tuvimos la suerte de disfrutar de uno de esos hitos cotidianos, uno de los secretos mejor guardados de la ciudad más cosmopolita del mundo: sus bibliotecas. Crisol de culturas, a lo largo y ancho de Manhattan, Brooklyn, Queens, Bronx y Staten Island, se erigen los templos del libro. Para adultos y para niños, para disfrutar solo y para compartir, la red de bibliotecas de la ciudad que nunca duerme puede mantener despierta tu mente todos los días del año 😉

Además de todo el mundo de lectura al alcance de los más pequeños, la red de bibliotecas cuenta con un diverso abanico de actividades para todos los públicos. Para quiénes las hemos disfrutado en familia, mi hija mayor tuve su primer carnet de Biblioteca en una de Manhattan, los cuentacuentos y talleres especiales son el mejor recuerdo.

Es de tal magnitud la oferta que cada día puedes ir a una biblioteca con tus hijos y hacer doblete en otra, si te quedaste con ganas de más, para compartir alguna actividad especial. Basta con entrar a su página web y seleccionar el evento y el horario que más nos acomode.

Todo ello sin olvidar, por supuesto, la visita obligada a la reina de las bibliotecas, “la joya de la Corona”, la cinematográfica New York Public Library de la calle 42 con 5ª avenida. Una aventura que comienza nada más presenciar su impresionante fachada en mármol custodiada por dos leones. En la entrada no te olvides de pedir un plano para no perder detalle del tesoro y la historia que alberga este lugar centenario único en el mundo.

Y si tenemos más ganas de libro y de cuentacuentos, vale la pena recordar que las librerías de Nueva York son lo más parecido a una biblioteca en cualquier lugar del mundo. Puedes leer, disfrutar de actividades y los niños suelen contar con un espacio para disfrutar de cuentos acordes con su edad, siendo la cadena Barnes and Noble la más popular.

i